La educación que
damos a nuestros menores debe ser un conjunto de las enseñanzas que los niños
aprenden en la escuela y los valores y educación que reciben de sus padres en
sus casas. Por tanto, la participación de los padres en la escuela es
fundamental, para que estos se involucren más en el proceso educativo de sus
hijos. Esta participación es bastante baja en los colegios, ya sea por el
desinterés de la educación de sus hijos o por la falta de tiempo por parte de
los padres.
Las causas de la baja
participación de los padres son variadas. Para comenzar vemos el miedo por
parte de algunos centros educativos a la participación de las familias ya que
pueden ser un obstáculo para el correcto funcionamiento del centro. También
está la baja representación que se les concede a los padres y madres en los
centros escolares. Esto conlleva a que exista menos diversidad de opiniones.
Por ultimo están las dificultades para colaborar con el entorno escolar debido
a otras causas como el trabajo u otras causas sociales. Aquí entra los horarios
de los padres en sus trabajos y los horarios de los maestros, la importancia
que se le da le a la escuela por parte de los padres, diferencias culturales
etc.
La misión de los docentes ante
esta situación es la de incentivar la participación de los padres en la escuela,
para esto deben concienciarse, tanto por parte de los padres como de los
docentes, para que se den cuenta de que esta participación es muy importante y
necesaria. También hay que organizar charlas que hablen sobre la escuela, la
familia y la importancia de dicha colaboración para conseguir el éxito. Los
maestros y el centro deben facilitar la comunicación mediante citas con los
padres, llamadas telefónicas, correos, información en la página Web del centro
etc. Y por último fomentar la participación en actividades ya sean escolares o
extraescolares en las que estén implicados maestros, alumnos, padres…
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