Los alumnos tenían poco que perder y mucho que ganar
aceptando los videojuegos como principal herramienta de aprendizaje en el
futuro de su educación. No quiero decir que los videojuegos tengan que ser la
herramienta principal de la educación del futuro, pero si una gran ayuda.
Ha llegado la hora de que nuestro sistema educativo se plantee como objetivo utilizar los videojuegos como una herramienta formativa; Las ventajas de su utilización aumentan si los padres se involucran en esta nueva técnica de comunicación digital. Se trata de algo no solo útil, sino divertido y educativo al mismo tiempo.
En primer lugar, tiene que representar un desafío para los alumnos, en segundo lugar, los alumnos deben poder reírse jugando, y la única manera de reírse consiste en incorporar la sorpresa en el juego. En tercer lugar, cada juego tiene una relación de aburrimiento, que es minúsculo cuando podemos repetir el juego tantas veces como sea necesario, obteniendo diferentes respuestas por parte del alumnado.
Jugando los alumnos ejercitan la memoria y aumentan la información referido a un tema concreto, además, es una manera de escapar del aburrimiento y el verbalismo.
Por eso la educación del futuro, está predestinada a impulsar la teoría y práctica de los videojuegos. Pero no solo hay que dar importancia a la utilización de los videojuegos en la educación, sino también hay que dar importancia a otros quehaceres educativos. Existen otros pueden ser el deporte, la gestión emocional o el trabajo en equipo. Debemos intentar la utilización de alguno de estos quehaceres en vez de que el profesor se tire una hora explicando con el único soporte de la palabra
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