martes, 29 de abril de 2014

La educación emocional

La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la persona, con objeto de capacitarle para la vida. Todo ello tiene como finalidad aumentar el bienestar personal y social. También supone una innovación educativa que se justifica en las necesidades sociales que no están suficientemente atendidas a través de los contenidos de las materias académicas ordinarias. Estas necesidades están relacionadas con: ansiedad, estrés, violencia, consumo de drogas, comportamientos de riesgo, etc. Todas estas necesidades tienen un fondo emocional. 
La educación emocional es un proceso educativo continuo y permanente, puesto que debe estar presente a lo largo de todo el currículum académico y en la formación permanente a lo largo de toda la vida. Es decir, debe empezar desde el momento del nacimiento, incluso antes, y estar presente a lo largo de la educación infantil, primaria, secundaria, universitaria y formación permanente a lo largo de la vida. La educación emocional adopta un enfoque del ciclo vital en el que debe participar todo el profesorado, las familias y comunidad en general. 
La educación emocional es una forma de “prevención primaria inespecífica”, es decir, un modo de adquisición de competencias que se pueden aplicar a una multiplicidad de situaciones. La prevención primaria inespecífica pretende minimizar la vulnerabilidad de la persona a determinadas disfunciones (estrés, depresión, impulsividad, agresividad, etc.) o prevenir su aparición. Para ello se propone el desarrollo de competencias básicas para la vida. Se trata de maximizar las tendencias constructivas y minimizar las destructivas. 
Los objetivos generales de la educación emocional pueden resumirse en: 
  • Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones e identificar las emociones de los demás.
  • Desarrollar la habilidad para regular las propias emociones.
  • Prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas y desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
  • Desarrollar la habilidad de automotivarse.
  • Adoptar una actitud positiva ante la vida.
  • Aprender a fluir, gestionar los conflictos de forma positiva. 
Para acabar quiero decir que un niño con una mala educación emocional no podrá relacionarse con normalidad en la sociedad y no podrá triunfar en esta, ya que una persona con un CI y notas sobresalientes no le garantizan un éxito laboral o una relación con otra persona, mientras que con una buena educación emocional todo eso es más probable. Para acabar decir que la finalidad de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales que contribuyan a afrontar mejor los retos de la vida y como consecuencia aportar un mejor bienestar personal y social.


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